EL FIN DE LA RECONQUISTA Y EL INÍCIO DEL IMPERIO ESPAÑOL
Con la Reconquista de Granada en 1492, finaliza la época de dominación musulmana en la península ibérica y se fortalece España como potencia mundial.
Uno de los hechos más destacados de finales del siglo XV es la Reconquista, la recuperación de Granada, del último territorio árabe de la península. Fue una de las primeras empresas que llevaron acabo Castilla y Aragón juntas tras el matrimonio de Fernando e Isabel, los Reyes Católicos. Uno de los principales factores que se tuvieron en cuenta fue la religión, cristianos frente a musulmanes, por lo que desde el primer momento el Papa apoyó el plan español.
Por otro lado, el reino de Al-Ándalus, reducido al reino de Granada, se encontraba en graves problemas. Los continuos enfrentamientos por conseguir el poder debilitaron la monarquía nazarí. Además, tras la caída de la ciudad de Córdoba, el reino estuvo obligado a pagar tributos al reino de Castilla para tratar de mantener la paz. Sin embargo, algunos emires se negaron a pagar, lo que provocó la furia del reino castellano.
Lo que daría pie al enfrentamiento sería cuando las tropas granadinas tomasen la ciudad de Zahara y sometiendo a la esclavitud a todos sus habitantes el 26 de diciembre de 1481. Debido a este hecho, el ejército cristiano atacaría semanas más tarde el castillo de Alhama, en territorio nazarí. En ese momento, Granada declaró la guerra.
En los días siguientes se producirían varios enfrentamientos con resultados significativos. Fernando combatió en Loja en julio de 1482, perdiendo la batalla y perdiendo al Gran Maestre de la Orden de Calatrava. Otra victoria árabe se produjo en Málaga con las tropas del emir Abu el Hassan.
Esta victoria hizo que el hijo del emir, Boabdil, conocido como ‘el Chico’, sintiera celos y decidiera enfrentarse a los cristianos con su propio ejército en Lucena. Sin embargo, fue derrotado y hecho preso por los reyes. Se produjo un acuerdo histórico en el que le dejarían libre si les ayudaba a rendir Granada enfrentándose a su padre, acuerdo que aceptó.
Tras la muerte del emir, subió al trono su hijo Abu Abd Allah Mamad, conocido como ‘el Zagal’, lo que intensificó la guerra civil que se estaba llevando a cabo con Boabdil. Éste se alió con su tío y consiguió tomar el poder de Loja, que entregó al rey católico Fernando.
Fernando consiguió conquistar Málaga en el año 1487, lo que ayudó a llevar a cabo acciones militares contra Granada, hecho que debilitaría aún más el poder del reino árabe mientras los cristianos iban añadiendo territorios bajo su poder. Finalmente, ‘el Zagal’ se rinde y renuncia a la lucha.
Cuando por fin parecía que llegaba el final de la guerra y la reconquista de la ciudad de Granada, Boabdil decide romper el trato y luchar contra los cristianos de nuevo. Esto obligó a las tropas castellanas a iniciar un asedio contra la ciudad. Acamparon en la zona de Santa Fe en 1489, lugar donde más tarde se firmarían las Capitulaciones de Santa Fe que daban el visto bueno al viaje de Cristóbal Colón, travesía en la que descubriría las Américas.
Tras año y medio de continuos combates, el 2 de enero de 1492 se producía la rendición de Granada. Boabdil ‘el Chico’ tuvo que entregar las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos. Boabdil se trasladó a la zona de las Alpujarras, no sin antes derramar amargas lágrimas por la pérdida de lo que había sido su reino, haciendo célebre la frase que le diría su madre que dice “llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre”. Más tarde se trasladó a Marruecos, poniendo fin a ocho siglos de reconquista.
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