martes, 4 de febrero de 2014

2/ EL JUDAÍSMO.






El judaísmo es una de las religiones más antiguas, y la primera religión monoteísta, pues admite la creencia de un único Dios, dotado de omnipotencia y omnisciencia: Yahvé (YHWH o YHVH); quien se reveló ante el pueblo israelita, por medio de Moisés, a quien le otorgó los Diez Mandamientos, en el Monte Sinaí. El cristianismo tiene sus orígenes en la religión judía, pues el Antiguo Testamento, Biblia del judaísmo, es la primera parte de la Biblia cristiana, y Jesús, considerado hijo de Dios por los cristianos, era judío. Sin embargo, al no reconocer los judíos a Jesús como el Mesías, la segunda parte de la Biblia o Evangelio no es aceptada por el judaísmo.



Definición de Antiguo Testamento.



El Antiguo Testamento es la primera parte de la biblia, la biblia a su vez está compuesta por dos grandes compilaciones, la antigua, de la que hablaremos hoy y del Nuevo testamento, que incluye una serie de cartas y testimonios después de la muerte de Jesús de Nazaret. El Antiguo Testamento son libros y cartas que recogen en esencia las principales narraciones del inicio de los tiempos según los judíos y los sucesos que sacudieron al pueblo hebreo en Egipto.

El Antiguo Testamento está compuesto por los siguientes libros en ese mismo orden:

Génesis: En este primer libro se explican a detalle la creación del mundo, de los animales, los frutos y el hombre, luego del desprendimiento de una costilla a Adán, el surgimiento de la mujer a la que llamó Eva. Luego los pecados cometidos por ambos al morder la manzana prohibida y su expulsión del Edén. También se relata la historia del diluvio que barrió a los pecados del mundo y todo lo que hizo Noé (la construcción del arca) para repoblar la tierra. El cuento de la Torre de Babel también es descrito en el Génesis, en el que el hombre en su afán de superar a Dios construye un enorme edificio que llegara al cielo y como castigo envió los diferentes dialectos y colores de piel.


Éxodo: La historia de Moisés y su escape de Egipto con los Hebreos, aquí se relata la conocida Apertura de las aguas. Luego de esto sucede la entrega del Torá o Leyes del judaísmo a Moisés en el Monte Sinaí.


Levítico: Un libro que no es más que un compendio de leyes y estructuras organizativas para la designación de sacerdotes en la iglesia. Todas las leyes para definir la pureza y santidad de los representantes de los grupos levitas.

Números:
Mandamientos creados en Sinaí para ser usados allí, el desierto de Qades-Barnea y los llanos de Moab.


Deuteronomio: La muerte de Moisés y su último discurso.

El nuevo testamento
es mucho más extenso que esto, también están incluidas muchas más historias en los libros históricos, libros sapienciales y los libros proféticos.




Un poco de historia.


Según el relato bíblico, Dios, a cambio de su fe, prometió a Abraham la tierra de Canaán, futura tierra de Israel, y una progenie numerosa. Así comienza la historia del judaísmo, una religión que aglutina a cerca de trece millones de fieles en la actualidad. La historia de los judíos en la antigüedad comienza con su desplazamiento desde Ur -en Caldea, a orillas del Golfo Pérsico-, a la Tierra Prometida, en la que se establecen a partir del siglo XIX a.C.

Siguiendo con la Biblia, el nieto de Abraham, Jacob, a quien Dios otorgó un nuevo nombre, Israel, se trasladó a Egipto con sus hijos y sus familias huyendo de la hambruna. Sus descendientes fueron esclavizados, hasta que Dios los liberó y, guiados por Moisés, abandonaron Egipto, acontecimiento conocido como el Éxodo. 

Al llegar al Monte Sinaí, los judíos hicieron un pacto eterno con Dios, quien entregó a Moisés las Tablas de la Ley.

Hacia el año 1200, de nuevo en Canaán, los israelitas se encuentran divididos en doce tribus. La llegada de los filisteos y la presión de los amonitas hace que las tribus se unan en torno a una monarquía, siendo Saúl su primer rey. Con David, los reinos de Judá e Israel se unen, y el territorio inicial judío se ensancha con nuevas conquistas, entre ellas la de Jerusalén, convertida en capital. Salomón, su sucesor, será un monarca valorado por su sabiduría y por el establecimiento de relaciones con lejanos reinos, como el de Saba.




Salomón: el Rey mas sabio de la tierra.


Dice la leyenda que el rey Salomón fue el monarca más sabio y justo de la historia. Hijo del rey David, su presencia no sólo se limita a la Biblia Cristiana, también es nombrado en la Thorá Judía, el Corán y la leyenda Áurea –libro medieval que contiene leyendas, mitos e historias-. Su sello, el hexagrama, también conocido como “la estrella de David“, es la piedra angular del Judaísmo, símbolo del Hagia Sophia (sabiduría divina) que reinó durante cuarenta años en Israel.


Desde pequeño, Salomón mostró indicios de inteligencia sobrehumana. Consciente de ello, su padre, el Rey David, le enseñó el lenguaje de los pájaros o también llamado el idioma natural, que le dotó de una extraordinaria comprensión de las leyes del universo, favoreciendo su innata sabiduría y concepto de justicia.

Su curiosidad fue tal, que empezó a indagar en los misterios de lo sobrenatural, con un especial interés en la magia de la alquimia: la transmutación de los metales, el elixir de la vida eterna… Fueron temas que interesaron profundamente al que fuera el tercer y último rey de Israel. Escribió cientos de libros al respecto, destacando el desaparecido “manuscrito secreto de Salomón” que contiene hechizos, invocaciones, fórmulas, talismanes, etc.; que aún hoy es el texto más buscado por todos los estudiosos de las artes esotéricas.

Durante su reinado, Salmón construyó en torno así un mito inquebrantable al paso de los años, alentado, en gran medida, por la creencia de que Dios le regaló el sello anular que refleja el orden cósmico y concede el Hagia Sophia. De esta forma, realizó acciones extraordinarias que perpetuaron su nombre como, por ejemplo, la famosa decisión salomónica (o juicio salomónico) donde dos madres reclamaban un mismo niño: el monarca ordenó que el motivo de disputa fuera partido por la mitad, a lo que la progenitora reaccionó renunciando a él; el rey determinó que ésta era su verdadera madre, devolviéndole su hijo y castigando a la estafadora.

Pero sería la construcción del templo de Salomón lo que incitó a muchos sabios a indagar y profundizar en el mito del rey. Construida por fenicios en un lugar que se creía el centro de la Tierra, medía 30 metros, tenía un altar para los sacrificios y un suntuoso salón para el Arca de la Alianza. Todos los que oraban en el templo decían sentirse en contacto con Dios.


Su inauguración fue en el 968 A.c., y fue demolido por el rey Nabuconodosor en el 586 A.c., provocando la desaparición del Arca de la Alianza. La estructura del templo ha inspirado construcciones posteriores, sobre todo, las francesas del siglo XIII, las catedrales góticas y el Escorial en Madrid. ¿Por qué este especial interés? Los planos del templo fueron entregados por un profeta, de la mano de Dios, al rey David. Isaac Newton pasó noches en vela investigando sobre la que él consideró una estructura arquitectónica perfecta.
Actualmente, se conoce su ubicación y sobre ella reposa la mezquita de Omar, la Kubart- as- Sachra, dificultando las investigaciones para desvelar sus misterios. No obstante, todos los que la han visitado cuentan que se percibe una tranquilidad divina, como si el mismísimo rey Salomón velara por la ciudad a la que tanto amó y por la que entregó su vida.



A la muerte de Salomón el reino se divide en dos estados rivales: Israel, en el norte, y Judá, en el sur. 
En el año 722 a.C. Israel será destruido por los asirios. Lo mismo sucederá con Judá en el 586 a.C., asolada por Nabucodonosor, quien destruirá el gran templo de Jerusalén y deportará a Babilonia a los miembros de las clases altas. Las siguientes dos centurias corresponden a la dominación persa, una época de cierta tranquilidad.


La paz termina cuando Alejandro Magno conquista Palestina en el año 333 a.C. Sus sucesores continuaron su política de helenización, imponiendo la cultura griega en sus dominios. Sin embargo, las luchas internas permitirán la entrada de Roma, a partir del año 63 a.C. Al principio, los romanos gobernaron a través de una dinastía judía fundada por Herodes el Grande. Este gobernante se encargará de culminar la reconstrucción del gran Templo de Jerusalén, casi doblando su tamaño y añadiendo nueva y lujosa ornamentación.

En los primeros años de la Era Cristiana, los gobernadores romanos se enfrentaron a frecuentes rebeliones judías, aplastadas a sangre y fuego. En la fortaleza de Massada, en el año 73 d.C., casi mil hombres, mujeres y niños se suicidaron para no rendirse a la X Legión Extranjera Romana. La campaña de Adriano, seis décadas después, acabó con las últimas resistencias. Jerusalén y el Templo fueron arrasados, y se prohibió a los hebreos vivir en su territorio. Comenzó así la Diáspora de los judíos fuera de la Tierra Prometida.



La diáspora o dispersión, continuada durante siglos, extendió el judaísmo por todos los rincones del mundo, creando sinagogas y escuelas judáicas. En Europa, los judíos encontraron acomodo como comerciantes o prestamistas, pues la usura estaba prohibida para los cristianos. Masacres y expulsiones fueron frecuentes, y los judíos fueron acusados de desastres naturales como la mortífera peste negra de 1348. Bajo el islam, la situación de los hebreos también fue precaria, aunque en tiempos de tolerancia florecieron como médicos, mercaderes o científicos. En España, en algunos momentos de la Edad Media coexistieron pacíficamente las tres religiones. La sinagoga de Santa María la Blanca, en Toledo, es una de las mejores muestras de la herencia judía.

El antisemitismo, el odio hacia los judíos, tuvo su punto culminante en el Holocausto nazi. Entre 1941 y 1945, fueron asesinados dos tercios de los judíos de toda Europa. Pero las aspiraciones hebreas no acabaron con este desastre sin precedentes. Un movimiento judío, el sionismo, propugnaba el regreso a su antigua patria en Palestina. Finalmente, en 1948 sus deseos cristalizaron con la creación en Palestina del estado de Israel. Desgraciadamente, si por un lado se ponía fin a 1900 años de privación de derechos para los judíos, por otro, pese a los repetidos intentos por lograr la paz, se iniciaba un conflicto aún no solucionado entre árabes e israelíes.


La palabra judaísmo define el conjunto de normas y tradiciones religiosas del pueblo judío. Como religión, el judaísmo integra tres elementos esenciales: Dios, la Torá e Israel. Dios, o Yahvé, estableció una alianza con un pueblo, el de los judíos o Israel, para que éste extendiera su fe. A cambio de la preocupación de Dios por Israel, los judíos tienen la obligación de cumplir las enseñanzas divinas o Torá.


La Torá comprende los cinco primeros libros de la Biblia o Pentateuco. En ellos se recogen los relatos sobre el origen del mundo, los antepasados de Israel, la esclavitud en Egipto y su liberación, la recepción de los mandamientos en el Monte Sinaí y su travesía por el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida. 

El judaísmo no reconoce la divinidad de Jesucristo, al que sólo admite como profeta. Por ello, la Biblia es únicamente el Antiguo Testamento de los cristianos.

La vida cotidiana de las poblaciones está regida por diversos preceptos religiosos. El Sabbath, el día de descanso semanal, es un día festivo en el que está prohibido realizar cualquier actividad que no sea la oración y el reposo. La cocina kosher es la elaborada de acuerdo con las normas religiosas, prohibiendo el consumo de animales considerados impuros, como el cerdo. La circuncisión, a los ocho días de vida, permite a los varones entrar en la comunidad judía y participar de su alianza con Dios. La madurez religiosa de los muchachos se celebra mediante la ceremonia del bar mitzvah, en la que un chico de trece años lee por primera vez un fragmento de la Torá.
La fiesta familiar más importante es la Pascua, que conmemora el Éxodo de Egipto. Celebrada con una abundante comida ritual, en ella se recita la Hagadá, la historia del Éxodo. Muy importantes son también el Yom Kippur -Día de Arrepentimiento o expiación- y la fiesta de Hannukah -Reconsagración-. En ésta última, el acto principal es el encendido de las velas de una pequeña lámpara que recuerda el candelabro de los siete brazos del Templo de Jerusalén.

Actualmente, el mundo judío se divide en tres movimientos principales: el reformista, el conservador y el ortodoxo, citados de menor a mayor grado de apertura. Con todo, pese a la existencia de conflictos internos y tensiones entre Israel y las comunidades de la Diáspora, es posible concluir que el judaísmo es en su conjunto una de las religiones más dinámicas y trascendentes de la actualidad.



    


El gran secreto del Antiguo Testamento.


Según la tradición judía, Dios entregó las tablas de la Ley a Moisés en el Sinaí. También sostiene que el alfabeto hebreo es de origen sobrenatural. Algunos autores creen que las 22 letras que lo componen provienen del antiguo Egipto y codifican el mismo mensaje secreto contenido en la Ley entregada a Moisés. Éste podría ser descifrado con ayuda del Salmo 119, considerado como la «Piedra Roseta» del misterio. ¿Cuál es el significado de este simbolismo y qué oculta?

Fue Maimónides (1135-1204), teólogo y filósofo judío, quien reveló la existencia de un «secreto» en el Antiguo Testamento con las siguientes palabras: «Quienquiera que descifrare el verdadero sentido del Libro del Génesis debe intentar ocultarlo. Esta es una máxima que todos los sabios repiten, sobre todo en relación con la Creación del mundo en seis días. Si una persona descubre el significado auténtico por sí mismo, o con la ayuda de otro, debe guardar silencio o si habla debe hacerlo de manera enigmática, como yo hago, dejando a los que me entiendan que adivinen el resto».

La referencia más antigua a este «secreto» se encuentra en un texto conocido como El libro egipcio de los muertos. El primer pasaje del texto dice: «Este libro contiene un gran secreto. No permitas que un profano lo vea… Sería una abominación. Oculta su existencia. Su nombre es El libro del Maestro de los lugares escondidos». Según cálculos modernos, la obra tiene una antigüedad de más de 6.000 años. Según la cronología bíblica, este texto existía antes de que Dios creara la Tierra. El libro describe con todo lujo de detalles un laberinto de varias cámaras, túneles, salas, templos y puertas a los que se podía acceder mediante un viaje complejo por doce sectores de un mundo subterráneo de oscuridad, llamado duat. También registra varias oraciones, conjuros y encantamientos mágicos, enumerando distintos amuletos para garantizar un viaje seguro. En realidad es una especie de manual secreto de iniciación que describe una serie de procedimientos y contraseñas y que tiene dos niveles de interpretación, uno espiritual y otro físico. En su libro El secreto en la Biblia, Tony Bushby sostiene que «los lugares escondidos» mencionados líneas arriba son cámaras subterráneas situadas en el complejo de Giza, aunque se las describa como enclaves místicos en la morada de los cielos. Según éste, el constructor de la Gran Pirámide sería el responsable del «secreto de la Biblia», intencionadamente codificado en la Torá (Ley) original, un manuscrito que más tarde fue dividido en los cinco libros del Pentateuco, con los que se inicia el Antiguo Testamento.

Durante siglos, las copias de la Torá fueron realizadas conforme a antiguas reglas, respetando la tradición, y escritas manualmente sin vocalización, con una distribución de 49 líneas verticales y secciones. Toda la elaboración era cuidadosamente supervisada para preservar el «secreto». Generaciones de rabinos custodiaban celosamente cada letra de la Torá original. En el supuesto de producirse el más pequeño error en su producción, ese ejemplar era destruido.



El autor de la Torá

Bushby, apoyándose en la edición de 1911 de la Enciclopedia Británica, sostiene que el autor de la Torá fue Ezra, un sumo sacerdote, escriba y adepto de una escuela mistérica conocida como «Pantera» (versión que se aparta de la tradicional atribución a Moisés). Ezra vivió hacia 400 a.C., al final del exilio de los judíos en Babilonia. Cuando éstos pudieron regresar a Palestina, Ezra habría sido el líder de un gran número de personas que se demoraron cinco meses en llegar y que eran portadoras del «secreto» y de un gran tesoro que fue encerrado en el Templo. A su llegada a Palestina, Ezra se alió con Nehemías, gobernador de Judea. Éste poseía una biblioteca donde guardaba abundantes documentos antiguos que puso a disposición del sacerdote. El Libro del Antiguo Testamento 2 Reyes 22: 8, cuenta que un sumo sacerdote llamado Jelcias descubrió el Sefer Torá (Libro de la Ley o del Pacto) que, según la tradición rabínica, Moisés recibió de Dios. Su origen es desconocido. La Enciclopedia judía de 1903 dice en relación a este texto: «Una de sus ilustraciones representa la Esencia Divina… con forma de una serpiente luminosa que asciende para formar un círculo y entonces, habiendo logrado el punto más alto de la circunferencia, la Gloria inefable se vuelve hacia abajo otra vez».

Bushby afirma que la existencia de una ilustración de la «Esencia Divina» hace 2.400 años es asombrosa y sostiene que el autor de este libro fue un gran iniciado del Egipto antiguo. Inicialmente este documento habría sido llamado El Libro de «O», rebautizado en tiempos posteriores como El Libro de Dios. Esta obra original fue la base para escribir el Sefer Yetzirah (El Libro de la Creación) y partes de la Torá.

El libro de Ezra que encontramos en la Biblia es el único permitido de cuatro que se le atribuyen. Pero el último es el que tiene mayor interés y cuenta cómo su autor escribió la Torá e introdujo en ella los conocimientos secretos. En el Concilio de Trento (1546-1564), el Vaticano excluyó este texto crucial del Antiguo Testamento. En un pasaje de este cuarto libro Ezra dirige las siguientes palabras a la multitud: «Y el Todopoderoso dio entendimiento a los cinco escribas y ellos escribieron lo que les fue dictado de una manera ordenada y en caracteres que desconocían. Y estuvieron sentados cuarenta días. Escribieron por el día y por la noche comieron pan… pero en mi caso hablé durante el día y no descansaba por la noche». Estas líneas proporcionan la primera referencia escrita al «secreto» en la Biblia, ya que un texto dictado en «caracteres desconocidos» sugiere un significado oculto; quizá por ello la Iglesia lo prohibió.

Para poder entender qué tipo de información crucial se esconde en la Torá, hay que hacer mención a los conocimientos que están registrados en ciertos textos egipcios hoy desaparecidos como El Libro de Thoth. Para los antiguos egipcios, Thoth era la personificación de la mente de Dios, enviado a la tierra como el escriba de Ra y de la Diosa de la Justicia, Maat. Thoth escribió un texto llamado El Libro de Divinidad, en el cual Osiris le instruye para que proporcione al hombre la llave que abre el portal hacia los misterios del cielo, la sabiduría, las riquezas y la gloria de la Tierra. Al principio era conocido como El Libro de Thoth, pero fue rebautizado como El Libro de las Hojas de Oro, haciendo referencia a las láminas de oro sobre las que se habría realizado y que, al parecer, contenían 22 láminas de dibujos simbólicos y recogía estas palabras de Thoth: «Soy el guardián del Libro de todo lo que es y será y lo que transforma a su poseedor en igual a los dioses». Aquí nos dice que era el custodio de un libro profético con información secreta. Esta información la que se encontraría en la Torá.

Según varios investigadores, durante la decadencia de Egipto, los grandes iniciados pusieron a buen recado El Libro de Thoth para que no cayera en manos inadecuadas. Después de mucha deliberación decidieron depositar sus secretos más valiosos dentro de un sencillo juego. De modo que grabaron pequeñas láminas con las misteriosas figuras de dicho libro. Esta nueva presentación conservaba todos los secretos que los dioses querían revelar, incluyendo un caudal de información inimaginable. Con el paso de los siglos se fueron haciendo reproducciones en pequeño con diseños de gran exquisitez, lo que hoy se conoce popularmente como Tarot.

Según Bushby, restos de los diseños originales de éste pueden verse hoy en las ruinas de algunos templos de Tebas, la capital de Egipto en 2000 a. C., especialmente en los techos de las salas del palacio de Medinet-Abou. Además, las 22 cartas de los Arcanos Mayores tendrían su contrapartida en los textos de El Libro de los muertos, grabados sobre piedra en forma de viñetas hace miles de años. Es de suma importancia mencionar que las 22 letras del abecedario hebreo pertenecen a la misma fuente que El Libro de Thoth y que el secreto para revelar su misterio está encriptado en la Biblia. Las 22 láminas representan las letras usadas para escribir la Torá original. Cada una se corresponde con un Arcano Mayor y con un número del 1 al 22, en una secuencia directa. Ahora bien, las 22 cartas y las letras no pueden sincronizarse sin conocer la posición correcta del naipe conocido como «el Loco». Existen opiniones divergentes sobre su posición en la baraja y el motivo para dejarla sin número se explica matemáticamente por el código oculto en el juego del Tarot. Si se considera que esta carta no tiene nada que ver con las otras, entonces no existiría analogía entre el Tarot y las 22 letras del abecedario hebreo.

La atribución al Rey David de todos los salmos no es correcta. Los investigadores modernos están de acuerdo en que proceden de varios autores y que algunos no son tan antiguos como se creyó en principio. Parece claro que casi todos datan de la etapa posterior al exilio babilónico, hacia 397 a. C. El mismo Ezra afirmaba haber escrito algunos y es probable que de su mano saliera el salmo 119, en el cual se identifica directamente un aspecto significativo de cada carta de los Arcanos Mayores, pero no en el mismo orden que aparece en El Libro de Thoth.

La importancia del número 22 parece evidente, ya que el salmo 119 tiene 22 capítulos en la edición inglesa de la Biblia, autorizada por las iglesias protestantes y conocida conmo la del rey Jaime. Cada uno está formado ocho líneas. Lo más destacado es que cada verso de una misma estrofa de ocho empieza con idéntica letra, pasando sucesivamente por las 22 del abecedario hebreo. Es decir, los ocho versos de la primera estrofa del salmo empiezan con la primera letra del abecedario, aleph; los ocho versos de la segunda estrofa con la segunda letra, beth, etc., hasta completar el abecedario. Este salmo es una muestra importante de cómo Ezra introducía las pistas en la Biblia, muchas de ellas ignoradas por los sacerdotes ortodoxos que no poseían la clave mística de su interpretación. Por tanto, se puede decir que el salmo 119 proporciona una información vital que identifica las 22 cartas de los Arcanos Mayores, revelando su vínculo con el «secreto» de la Biblia. En su libro, Bushby da una sencilla regla aritmética para averiguar cómo se identifican en el salmo los Arcanos Mayores y la posición del número «0».

Muchas fuentes egipcias mencionan un extraño y misterioso objeto sagrado conocido como «piedra benben». Los Textos de las Pirámides la llaman «la Cámara Celeste» y en uno de ellos se dice que estaba hecha de materia estelar. Según fuentes antiguas egipcias y sumerias, se trataba de un objeto piramidal con una altura de unos cinco metros. En El Libro de los muertos se lo cita como «Trono de Resplandor». Se desconoce la autenticidad de su existencia y composición, pero algunas palabras grabadas en piedra afirman que existió y que era transparente, por lo cual se podía ver su interior. Se custodiaba en un templo en Heliópolis, donde se veneraba como si de un dios se tratara. La historia egipcia cuenta que el lugar donde se custodiaba en esta ciudad fue destruido varias veces por invasores enemigos.

El origen de la forma piramidal se encuentra en los ángulos del Benben, y algunas pirámides conocidas hoy no serían sino variaciones de esta piedra. Según Bushby, la Gran Pirámide fue construida para ubicar el Benben en su punto más alto. Esto fue así porque, al parecer, el contacto de ambas superficies accionaba «el efecto de las pirámides» o fuerza invisible que las activaba. Sostiene que esta piedra actuaba como un catalizador para hacer funcionar las cámaras interiores de la Gran Pirámide. Recientemente se ha encontrado una talla faraónica en relieve en Abusir, a unos 15 km de El Cairo, que muestra a unos trabajadores arrastrando a un Benben iluminado. Al pie de la talla hay una inscripción jeroglífica que se traduce como «luz pura», «luz blanca» u «oro blanco».

Los sacerdotes del Egipto antiguo tenían una tradición según la cual «una serpiente yace enroscada en la Gran Pirámide». Se dice que El libro de Thoth estaba protegido también por «una serpiente inmortal», que la Torá era citada por los antiguos rabinos como El Libro Serpiente de las Eras y que los sumerios de hace 4.000 años llamaban a la Gran Pirámide «la Casa de la Serpiente». Uno se pregunta por el significado de estas coincidencias. La respuesta podría estar en las energías de la Gran Pirámide, que entran por su punto más elevado. Cuando se enfoca una luz sobre el vértice de una pirámide o cristal de cualquier tamaño que tenga las mismas proporciones que aquélla, se produce un fenómeno curioso. Se observa una espectacular luz parecida a una serpiente erguida sobre su cola, cuya cabeza está situada en el vértice de la pirámide y cuyo cuerpo desciende por el centro hasta la mitad de la estructura. Dado que la forma está compuesta por los siete colores del espectro, Bushby la llama «Serpiente del Arco Iris». En su forma original, era visible en el Benben transparente que coronaba la Gran Pirámide y los sacedotes egipcios dieron el nombre de Khepri a esta luz zigzagueante y vertical. Cuando decían que había una serpiente enroscada en la Gran Pirámide se referían a esta luz, siendo ambas unas alegorías externas («lo que e arriba es como lo que es abajo») del proceso que puede desarrollarse en el interior del iniciado.

A lo largo de la historia, los rabinos ortodoxos de la tradición judía han sostenido que los cinco libros que integran la Torá son de origen sobrenatural. Según Bushby, si la forma luminosa de la Serpiente del Arco Iris se reproduce en latón u otro material similar, el resultado obtenido se podría describir como una réplica de la «luz que penetra en la materia», vivificándola y animándola como el ka o doble de luz egipcio hacía con el cuerpo material. Este sería el elemento principal del Libro de Thoth y el secreto de la Biblia. La forma de la Serpiente del Arco Iris nos permitiría revelar el significado de dicho símbolo. Girando lentamente su reproducción alrededor del eje vertical y observando siempre la figura desde la misma posición, se podrían apreciar 22 sombras distintas en una vuelta completa de 360º. Y cada una de esas formas se corresponderían con una de las 22 letras del abecedario hebreo de la Torá.

Ezra habría transmitido las verdades del antiguo Egipto a los iniciados de los siglos posteriores en un texto puramente judío: la Torá. Pero, ¿en qué consistía este gran secreto codificado en el símbolo de la serpiente de luz? Básicamente, es el mismo que algunos textos herméticos atribuyen a los legendarios 42 libros secretos de Thoth y que, según explicó Isis a su hijo Horus, contenían el elixir de la inmortalidad. Este fluido maravilloso sería segregado por el efecto de una alquimia interna activada por un proceso iniciático, que los antiguos egipcios desarrollaban mediante un ritual realizado en los pasadizos y en el interior de la Gran Pirámide. El resultado activaría el mecanismo por el cual se formaría «el cuerpo de luz» o «de Gloria», que los antiguos egipcios denominaban el Ka, nuestro doble de luz inmortal.





¿Seres extraterrestres en la Bíblia?



La Biblia es un texto con muchos años de historia en donde nos mencionan varios poderes sobrenaturales, supuestamente provenientes de los cielos, o de Dios. Pero ¿que pasaría si esa fuerza no fuera Dios y si fueran tal vez seres extraterrestres avanzados? Existen varios pasajes en la Biblia que nos podrían encaminar a pensar en ello.

A lo largo de toda la Biblia existen varios misteriosos sucesos aéreos, para los eruditos esto es sin duda el poder de Dios, aunque los científicos mencionan que podrían ser extraterrestres en contacto con los humanos de entonces.


Los ovnis en la Biblia empiezan cuando Elías tiene un contacto con un carro de fuego, a lo que tal vez era un Ovni y no un carro de fuego. Elías sabía que su vida estaba corriendo peligro y por eso le pido a Dios que lo ayudara, cuando de repente lo rodearon unos carros de fuego al igual que nos caballos y en uno de ellos subió al cielo, quizá esta es una historia de abducción extraterrestre.


Después, con Moisés en el Éxodo. El faraón permite a Moisés realizar el Éxodo aunque después se arrepiente y decide ir tras los israelitas egipcios, la biblia cuenta que el agua se abrió y dejo pasar a estos y que después Moisés con la ayuda de Dios cerró el agua. Ahora los científicos creen que pudo ser un ovni lo que volaba encima del agua y por eso se abrió, al moverse este el agua regreso a su lugar. Moisés con su pueblo estuvo vagando durante 40 años donde se menciona que una nube en los cielos los guiaba y los protegía, en las noches les brindaba luz para que sigan su camino. Como pudieron los israelitas sobrevivir 40 años en el desierto a 50 grados de temperatura?, quizá unos seres extraterrestres les brindaban todo lo que necesitaban.


Una noche Jesús le dijo a Moisés que se despertara temprano y que subiera al Monte Sinaí, Jesús advirtió que toda la gente debía alejarse excepto Moisés quien subió al monte, al estar ahí se lleno de humo y penetro la nube. Y si no era una nube? y si era una nave extraterrestre en realidad, tal vez querían mostrarle algo a Moisés y los subieron. Cuando bajo de la nube o nave Moisés ya traía consigo los 10 mandamientos los cuales mencionan entrego Jehová a Moisés dentro de esa nube.


Otro de los sucesos en que se pueden mencionar a los ovnis en la Biblia, sucede cuando en el nuevo testamento, Jesús se transfigura, “Sus ropas se volvieron de un blanco deslumbrante que no había cal en la tierra que lo pudiera blanquear más, ahí aparecieron Moisés y Elías y se pusieron a hablar con Jesús”. Como podían estar ahí si Moisés tenía siglos de muerto y Elías jamás murió en la tierra ya que fue transportado por el carro de fuego a los cielos. Quizá fue el mismo Ovni de la transfiguración de Jesús los que llevo a Moisés y a Elías a ese lugar.


Ahora regresemos al antiguo testamento con el profeta israelita Ezequiel quien era profeta y predicaba el mensaje de la esperanza y la salvación, la Biblia menciona que Ezequiel fue secuestrado por un ente celeste “cuando mire había un viento tormentoso del norte aproximándose, y una gran nube rodeaba de brillo con un fuego continuo encendido y en medio del fuego se hallaba el bronce mas resplandeciente”, que vio Ezequiel?, el cree que tuvo un encuentro con Dios aunque ahora los expertos creen que pudo ser un ovni lo que en realidad Ezequiel observó.


Este es el pasaje de la Biblia mas estudiado y después de tanto estudio se cree que es una nave extraterrestre “vi una rueda sobre la tierra, en cuanto al aspecto de la rueda y de su fabricación brilla con el resplandor de una luz de cristal”, igualmente Ezequiel mencionaba que se podían dirigir a donde sea, como las naves alienígenas en la actualidad, bueno como se cree que son.


“En cuanto al aspecto de sus caras cada una tenia de frente un rostro de un hombre, las cuatro tenían el rostro de un león al lado derecho, las cuatro tenían el rostro de un buey en el lado izquierdo y las cuatro tenían la cara de un águila por detrás” que eran estos extraños seres que Ezequiel describe? ¿podrían ser extraterrestres?


Llegamos a los Ángeles, aquellos seres que se mencionan cientos de veces y que participan en los hechos más significativos de la Biblia, pero ¿que son los ángeles? Algunos expertos comparten la idea de que ángeles y extraterrestres son la misma ‘cosa’.


Según menciona la Biblia, San Pedro, patriarca de la iglesia católica, menciona que fue salvado por un ángel con poderes. El apóstol Pedro menciona que se encontraba en una celda con las manos atadas, cuando de repente se le aparece un ángel del Señor, éste toca a Pedro y le dice que se levante rápido, las cadenas cayeron de las manos como por arte de magia y Pedro abandono la cárcel.


Este misterioso pasaje nunca menciona como es que el Ángel logra entrar a la celda, aunque si tuviera los mismos poderes que los extraterrestres se explicaría, ya que se pensaría que atravesó la pared solida como se supone podrían hacer los seres de otro mundo. Normalmente los ángeles dan sus mensajes en los sueños cosa que se supone hacen igual los extraterrestres, un ángel le avisa a José que querían matar a Jesús y que partiera hacia Egipto.


Abraham es otro de los personajes bíblicos que tienen relación con los supuestos ángeles, ya que estos llegan a visitarlo en forma de tres personas que parecía que podían leer la mente, ellos le anuncian que su esposa iba a concebir algo que ni él ni su esposa Sarah creen pero cuando se marchan se dan cuenta de que ella está esperando un hijo de Abraham. La mayoría de estas historias, a las que se les podría llamar historias extraterrestres en la biblia u ovnis en la biblia, tienen mucho que ver con los poderes psíquicos.


Por último tenemos a Sodoma y Gomorra, la Biblia menciona que estas ciudades eran pecadoras y al no tener recapacitación tenían que ser exterminadas, se dice que empezaron a llover piedras de fuego sobre estas ciudades lo que puso fin a estos lugares y a todo lo que ahí habitaba. Algunos científicos creen como cierto lo de Sodoma y Gomorra y más cuando se dijo que quizá se encontraron los lugares donde solían estar estas ciudades. Pero que era lo que caía del cielo? a lo mejor los extraterrestres usaron energía nuclear para acabar con estos lugares que simplemente no les servían. Y si pudieran hacer eso ahora porque no lo hacen?


El Vaticano ya ha admitido la existencia de estos seres y mencionó que no se debe de satanizar ni mucho menos. ¿Y si algún día se llegara a comprobar la existencia de estos seres? ¿que pasara con la Biblia? seguramente cambiará mucho el sentido de ésta, ya que varios milagros podrían ser sustentados con los poderes de los extraterrestres. Pero mientras esto no suceda los Ovnis solo son una ‘teoría’ más que tiene sustento en la Fe, al igual que la cristiandad.


Historia de los Judíos en la Península ibérica.


Durante la Edad Media, cristianos. árabes y judíos habían convivido y colaborado más o menos amistosamente, pero nunca hubo una completa fusión racial, religiosa ni cultural. Las leyes judías prohibían los matrimonios mixtos. También estuvieron prohibidos por leyes cristianas desde el Concilio de Elvira en 306. Sin embargo, las leyes no se aplicaban estrictamente. Las persecuciones antisemitas durante la época visigoda inclinaron a los judíos españoles a aliarse con los invasores musulmanes, a los que consideraron como libertadores. Los árabes premiaron esta colaboración asignando a las comunidades judías el control de ciertas plazas importantes. Estas comunidades se desarrollaron rápidamente y adquirieron gran prosperidad, como en Córdoba, Sevilla, Granada, Toledo y en otras muchas ciudades. La época del Califato de Córdoba marcó el apogeo de los árabes y los judíos españoles de Andalucía.

El judío cordobés Moisés ben Maimón o Maimónides (1135-1204), llamado por algunos el Santo Tomás del Judaísmo, fue el filósofo judío más importante de la Edad Media. Su gran labor fue fundamentar el judaísmo sobre los principios de la razón. 

La invasión de los Almohades le obligó a huir de Córdoba, residiendo en Almería. Luego emigró a Fez, y más tarde a El Cairo, donde fue médico de sultán Saladino. Su obra maestra es la Guía de los dubitantes, donde intenta la reconciliación entre la razón y la fe religiosa. Se ha dicho que “entre Moisés y Moisés no ha habido otro Moisés”.

Otra luminaria judía de la Edad Media española fue el poeta Yehuda Halevi, toledano del siglo XI.

Las invasiones posteriores de los fanáticos Almohades, que trataban de purificar el Islam, persiguieron tanto a los judíos como a los cristianos. Un gran número de ellos se vieron forzados a huir a tierras cristianas. En el siglo XIII, cuando Fernando III el Santo conquistó Sevilla y Córdoba, ambas ciudades estaban totalmente arabizadas, sin cristianos ni judíos. Fernando III protegió a los hebreos y las comunidades israelitas fueron restablecidas. Durante la reconquista, a medida que los ejércitos cristianos avanzaban hacia el sur, los reyes concedían privilegios a los judíos, con el fin de repoblar las ciudades reconquistadas. La población judía creció, llegando a ser la más importante de Europa. Los judíos eran grandes emprendedores comerciales, médicos, recaudadores de impuestos y hasta consejeros de reyes. Servían a los grandes señores como antes habían servido a los árabes. Tuvieron un papel importante en el desarrollo de la economía y de la vida intelectual española. Un autor americano, William Thomas Walsh, calcula que a finales del siglo XIII la población judía en Castilla debía aproximarse a los cinco millones, ya que cada varón judío adulto debía pagar al año un impuesto de tres maravedises, y en 1284 se recaudaron 2.561.855.

Durante la mayor parte de la Edad Media, judíos y cristianos habían convivido en paz y armonía, en contraste con el resto de Europa. En esa época, si había un lugar donde los judíos pudieran sentirse seguros, era en España. Inglaterra y Francia habían expulsado a los judíos en los siglos XIII y XIV respectivamente por presión de las clases más elevadas de la sociedad, que temía la competencia económica de los hebreos. Parte del pueblo, por otra parte, resentía la riqueza y el poder que los judíos habían acumulado y que se manifestaba en la usura. Tampoco se miraba con buenos ojos el separatismo social y su orgulloso exclusivismo religioso, racial y cultural. La idea antisemita no se originó en los dirigentes, sino que nació del pueblo mismo, instigado con frecuencia por judíos conversos que llevaban sus nuevas convicciones religiosas al extremo. Fue hacia finales del siglo XIV cuando en diversas localidades estallaron tumultos dirigidos contra los judíos, como en Sevilla en 1391. Los desórdenes se extendieron a otras partes de Andalucía, Castilla, Barcelona. Los reyes intervinieron en favor de los judíos, ordenando la reconstrucción de las aljamas destruídas. La violencia, sin embargo, no era ni unilateral ni sin provocación. Sabemos que en 1467 en Toledo, los judíos, mandados por Fernando de la Torre, en número de 4.000, atacaron a los cristianos en la catedral. Los cristianos iniciaron la contraofensiva, degollándoles sin piedad. En 1473 en Córdoba, durante una procesión, unos judíos arrojaron inmundicias sobre la imagen de la Virgen, lo que provocó una matanza. Alonso de Aguilar trató de defenderles, pero sin éxito.

Por estas fechas, siglos XIV-XV, gran parte de la población judía aceptó el cristianismo, muchos insinceramente y por temor, otros muchos de buena fe y por convicción, a causa de los esfuerzos proselitistas de dominicos y franciscanos, como el valenciano San Vicente Ferrer (1350-1419), predicador y teólogo, quien defendió a los judíos contra los ataques del populacho en 1391.A pesar del orgullo y exclusivismo judío, y de las prohibiciones de las leyes, hubo muchos matrimonios mixtos entre judíos y cristianos. 

Había debates teológicos públicos entre representantes de ambas religiones, y a consequencia de estos el número de judíos conversos aumentó extraordinariamente en los siglos XIV y XV. La disminución de las comunidades judías y su pérdida de influencia social se debe primordialmente a este hecho.

Se calcula que el número de hebreos que practicaban el judaísmo en el reino de Castilla antes de la expulsión en 1492 era solamente de unas 35.000 a 40.000 familias. Entre los conversos más ilustres hay que destacar a Salomón Halevi, rabino mayor de Burgos, convertido con toda su familia al cristianismo en 1390, adoptando el nombre de Pablo de Santa María. Llegó a ser canciller de Castilla y obispo de Burgos. Pero con la tenacidad propia de los conversos, dedicó gran parte de sus energías y capacidad intelectual a la persecución de sus hermanos de raza. Este hombre bueno y sincero acusó a los judíos, después de su conversión, de adaptar la profecía de Jacob (el cetro no sería quitado de Judá) a España, planeando fundar y gobernar una nueva Jerusalén, y a él se debió toda la legislación restringiendo las actividades de los judíos.

Ante la oposición cada vez más intensa del pueblo, los reyes tomaron una serie de medidas para resolver el problema de los judíos y de los conversos insinceros. El colaboracionismo de los judíos del siglo VIII con los invasores árabes no había desaparecido de la memoria de los españoles. Y en este momento crucial de finales del siglo XV, cuando estaba a punto de connsolidarse la unidad nacional, existía la creencia más o menos justificada, de que elementos judíos, por sus relaciones con los árabes del norte de Africa, representaban un peligro para el Estado. La reina Isabel, habiendo logrado la unidad nacional con la conquista de Granada, trató de forjar una unidad religiosa que disminuyera el problema político tal como se percibía. Y así se promulgó el edicto de expulsión para aquellos judíos que no adoptaran el cristianismo. Muchos optaron por la conversión, otros prefirieron el exilio, extendiéndose por las regiones del norte de Africa, Turquía, y los Países Bajos. Los que quedaron en España estaban ya casi completamente asimilados medio siglo después. 

Los que partieron, llamados sefarditas, continuaron hablando y escribiendo castellano hasta nuestros días. En fechas más recientes, muchos de los sefarditas han emigrado a Israel, donde irónicamente son consideran ciudadanos de segunda clase, ya que existe una discriminación innegable en favor de los israelíes procedentes del norte de Europa.El número de los exiliados y las consecuencias para España se han exagerado desde todos los puntos. Es prácticamente imposible establecer ni siquiera aproximadamente cuántos abandonaron el país. En cuanto a las consecuencias de tipo económico también es pura especulación. Quizá la pérdida mayor para España estuviera en el ámbito intelectual, ya que algunos de los exiliados podrían haber constribuído a la riqueza cultural en nuestro país como lo habían hecho en siglos anteriores.





Cronología de los Judíos en España hasta su expulsión.

Se supone que los primeros judíos vinieron a la península en la época del rey Salomón aprovechando de los viajes fenicios. Otro contingente lo haría después de la deportación ordenada por Nabucodonosor. 


Año 70 

Tenemos datos de la presencia judía en la Península. La llegada se produce de forma organizada y en número importante en el año 70 de nuestra era, tras la destrucción del templo de Jerusalén por el emperador romano Tito... 

Siglo IV
La población judía es ya muy numerosa en la Península Ibérica; conviven con los romanos. 

Año 586
En plena época visigoda, la convivencia es tranquila mientras el reino es arriano. Los problemas aparecen cuando Recaredo, rey visigodo, se convierte al catolicismo en el 586. Comienzan las persecuciones por parte de los visigodos que quieren conseguir la unidad religiosa. 


LA ESPAÑA MUSULMANA

En el año 711 los árabes invaden la Península, esto supone una liberación para los judíos sometidos a las leyes visigodas. 

Siglos VIII y IX 
Se produce una fuerte inmigración judía procedente del norte de Africa. Ciudades como Granada, Tarragona y Lucena reciben un flujo importante de población judía. 

Siglos X
Época del Califato de Córdoba; y XI, Reinos de Taifas. Será la gran época de los judíos españoles, alcanzan su mayor bienestar y nivel cultural. 

Siglo XII
Llegan Almohades y Almorávides. Con su fanatismo religioso obligan a los judíos a huir. Muchos se fueron a la España cristiana, quedando la España musulmana despoblada de judíos. Otros, como la familia de Maimónides, huyeron al norte de África. 

LA ESPAÑA CRISTIANA

A finales del Siglo XI y comienzos del XII
Con los avances de la Reconquista, los judíos pasan a ser súbditos de los reyes cristianos, permaneciendo bajo la protección de éstos. Algunos judíos llegaron a ocupar importantes cargos. 

Siglo XII
A mediados de este siglo toda la Península, salvo el reino de Granada es ya cristiana. Será una época de bienestar para los judíos de Castilla y Aragón. Toledo se constituye en un importante centro de la vida judía donde están los grandes rabinos, literatos, financieros y hombres de Estado. 

Fines del XIII
Comienzan los problemas: 
• en Aragón se les prohíbe ocupar cargos públicos
• la peste negra
• presión de la Iglesia
• propaganda antijudía
• deterioro espiritual entre los judíos... 

Durante toda la Edad Media la población judía de España fue la más numerosa y de mayor importancia económica y cultural de toda Europa. 

Año 1391
Se producen movimientos populares antijudíos propagados por el bajo clero. Se asaltan las juderías de Sevilla, Córdoba, Toledo, Barcelona, Valencia, Gerona etc. Se producen persecuciones y matanzas. A partir de este momento la decadencia de las aljamas es notoria y muchos judíos tienen que emigrar o convertirse. 

Siglo XV
La sociedad cristiana comienza a dividirse en dos grupos: cristianos viejos y conversos. 

1478-81
Se creó la Inquisición española. 

1492, 31 de Marzo.

Los Reyes Católicos firman el edicto de expulsión por el que se obliga a marcharse a todos aquellos judíos no conversos. 

Los que se fueron y sus descendientes son los sefardíes, que a través de los siglos han mantenido vivas la lengua y la cultura de Sefarad, denominación hebrea que designa a España.




Preguntas mas frecuentes sobre el Judaísmo.



1) ¿Qué es la Tora? ¿Por qué es importante para los judíos? ¿De que esta compuesta?

Los términos judaísmo y religión no existían en el hebreo premoderno. Los judíos hablaban de la Torá: leyes que Dios reveló a Israel, y en las que se ofrecía una visión del mundo y una manera de vivir (la Halajá), la senda que se debía seguir por el mundo: las leyes, costumbres y prácticas judías. Todas las formas históricas del judaísmo premoderno constituían (y aún hoy el judaísmo tradicional lo constituye), un sistema de cultura integral, que abarca la totalidad de la existencia individual y comunitaria de las personas. Es un sistema de santificación en el que todo está sometido a la voluntad expresa de Dios, de acuerdo con modelos divinos revelados sobre el orden cósmico y la legalidad.



2) ¿ Qué semejanzas o diferencias vemos entre el judaísmo y el cristianismo?


Ha sido precisamente el Talmud el que originó el conflicto. La interpretación que hace de la Biblia más las afirmaciones peyorativas sobre la figura de Jesús, al que se le describe como el hijo de un legionario romano y dedicado a practicar gemonías, desató, sin duda, el conflicto.

Los judíos siempre se han negado a reconocer el mesianismo de Jesús porque, en su concepción, el Mesías es un personaje carismático y pacificador, tampoco pueden admitir a un Dios torturado y asesinado por los romanos, ya que a sus ojos esto es la encarnación del paganismo.
Por su parte, el cristianismo considera que la llegada de Cristo abolió el cumplimiento estricto de la Ley, la cual fue encarnada por la fe. El ataque de los judíos a la nueva Ley y a su persistente observancia, fijado por el Talmud, explica la representación de la sinagoga con los ojos vendados que se difundió en la cristiandad durante la Edad Media.
Lo que separa a los cristianos de los judíos es esencialmente la figura de Cristo, por un lado, y la preceptiva del Talmud, por otro.


3) ¿Desde cuando se transmite la Tora?


El mismo Dios que creó el mundo se reveló a los israelitas en el monte SINAÍ. El contenido de esta revelación es lo que constituye la Torá (es decir, la `ley'), la voluntad de Dios para la humanidad expresada por medio de mandamientos (mitsvot) por los que las personas deberían regir sus vidas en mutua interacción entre ellos y Dios. La humanidad puede transformarse en parte armoniosa del cosmos si vive de acuerdo con las leyes de Dios, y sometiéndose a la voluntad divina.


4) ¿Cuándo comienza el judaísmo?


El judaísmo tuvo su origen en el Oriente Próximo. Pero, casi desde sus inicios, las comunidades judías, en muchas ocasiones como resultado de migraciones voluntarias y de exilios o expulsiones forzadas, han vivido en casi todos los rincones del mundo.El pueblo de Israel, antes del exilio, fue primero una confederación de tribus, y más tarde un reino. Celebraban, como una de sus primeras experiencias históricas, el fin de la esclavitud a la que los habían sometido los egipcios, y muy especialmente la conquista y asentamiento en las tierras de Canaán (La tierra de Israel). Su máxima deidad era Yahvé, el dios de los patriarcas que había sacado a los israelitas de Egipto, guiándolos hasta la Tierra Prometida.



5) ¿Cuales son las 4 piedras del judaísmo?


Primera etapa: “El Nacimiento”. 

Se relaciona con los ritos de Brit Milá y el Pidón Ha-ben para los varones y la postura del nombre en el caso de las niñas.
Segunda etapa: “El Bar Mitzvá”.
Ceremonia de su incorporación tiene lugar en el templo, no antes del sábado
Según la ley religiosa el varón judío alcanza la mayoría de edad a los trece años y se convierte en miembro adulto y responsable de la comunidad. En compañía de sus padres y familiares; se pone el talit, se le llama a la Torá siempre después de su decimotercer cumpleaños. El joven concurre a la sinagoga para pronunciar la bendición a la Torá.
Las niñas alcanzan su mayoría de edad a los doce años y desde entonces son responsables por sus actos y les incumben todas las obligaciones de la mujer judía.
Tercer etapa: “Compromiso matrimonial”.
La tradición antigua prescribe para las parejas que se comprometen en matrimonio la redacción de un contrato de esponsales (Tenaím) firmado por los respectivos padres ante la presencia de testigos y durante la ceremonia se rompe un plato en recuerdo de la destrucción del Santuario. La alegría de un judío nunca podrá ser completa, tiene que pensar en los sufrimientos padecidos por su pueblo.

Cuarta etapa: “La muerte”
El libro de Eclesiastés enseña que “hay un tiempo de nacer y un tiempo de morir”. Se debe aceptar que cuando Dios creó al mundo y todo cuanto hay en él, al igual que creó el día y la noche, la luz y las tinieblas, también creó la vida y la muerte.


6) ¿Cómo comparten los 3 credos en el mismo suelo en Jerusalén?


Torá, el Pentateuco; Neviím, los Profetas; Ketuvim, los Hagiógrafos, sería un error considerar el judaísmo simplemente como la religión del Antiguo Testamento. En el fondo, el judaísmo contemporáneo deriva del movimiento de los rabinos de los primeros siglos de la era cristiana en Palestina y Babilonia, y por eso se le llama judaísmo rabínico.



7) ¿ Porque los judíos consideran tan importante el poder vivir en jesuralen?


El pueblo de Israel, antes del exilio, fue primero una confederación de tribus, y más tarde un reino. Celebraban, como una de sus primeras experiencias históricas, el fin de la esclavitud a la que los habían sometido los egipcios, y muy especialmente la conquista y asentamiento en las tierras de Canaán (La tierra de Israel).



8) ¿Cuándo fue declarado el estado en Israel?


El sionismo fue una ideología secular, pero estaba enraizada y evocaba fuertemente el tradicional judaísmo mesiánico, hecho que al final culminaría con la creación del Estado de Israel en 1948.



9) Diferentes fiestas judías.


Rosh Hosanna: celebración del año nuevo.

Jom Kippur: el día de la Expiación.
Sukkot: se inicia con la celebración del año nuevo.
Hanuka: `consagración'.Bar/Bat Mitzvah: observancia de los mandamientos.La Pascua judía: marcaba el inicio de la cosecha de la cebada.


10) ¿Qué es un Kibbutz?

Comunidad de 50 a 100 mienbros en Israel.


11) ¿Qué es y que significa el muro de las lamentaciones?


En la historia de Jerusalén a ocurrido muchos sucesos a lo largo de la historia pero el más grande a sido el de los judíos. Para ellos Jerusalén es la tierra prometida por su Dios a los patriarcas y a Moisés. Allí en estos momentos tienen fundada toda su religión sinagogas templos mataderos …otros de los hechos de que este pueblo este asentado en Jerusalén es el muro de las lamentaciones que es donde la mayoría de los seguidores de esta religión va a ejercer sus oraciones.



12) ¿Cuáles son los 3 mandamientos prácticos esenciales en la vida de un judío?

Bautismo, confirmación y eucaristía.


13) ¿Cuál es la principal tragedia que le ha ocurrido en el siglo XX?


El judaísmo se ha visto seriamente afectado por la matanza de los judíos europeos a manos de los nazis, y por la fundación del moderno Estado de Israel. Hoy en día, y para la mayoría de los judíos, Israel y el Holocausto están fuertemente unidos, y representan un símbolo de la muerte colectiva y del renacer, en un sentido profundamente religioso.



14) ¿Qué significado tiene el encendido por la mujer de la casa y en que fiesta?


Las niñas alcanzan la madurez a los 12 años y, en las sinagogas modernas liberales, también leen la Torá (Bat Mitzvah). Durante el siglo XIX, el movimiento modernista reformado instituyó la práctica de la confirmación para los jóvenes, hombres y mujeres.



15) ¿Qué papel tiene la mujer tanto en el judaísmo ortodoxo como en el judaísmo reformado?


La celebración de la incorporación de las niñas a la colectividad es reciente y no tiene antecedentes en la tradición antigua. Surgió como consecuencia del reconocimiento de la igualdad entre el hombre y la mujer y de la necesidad de que también participen de la vida comunitaria. Considerando que esta costumbre es nueva, no existe acuerdo obligatorio sobre la forma de celebrarla y cada comunidad la realiza conforme sus ritos.

Las niñas, al igual que los jóvenes, deben prepararse para este acontecimiento y en el curso de la ceremonia habrán de dar muestra de sus conocimientos, prometer fidelidad al judaísmo, prestar oídos a las palabras del rabino, quien las incorpora a la colectividad y les invoca la bendición de Dios. Hay comunidades donde las mismas niñas son las oficiantes del servicio.
Se lleva a cabo una o dos veces al año, en una ceremonia colectiva, en la cual son incorporadas y admitidas todas las niñas que han alcanzado su mayoría de edad en ese período. También puede celebrarse en forma individual.


16) ¿Qué entendemos por el significado de ser judío?


La circuncisión es el símbolo de la afiliación al pueblo judío y a la comunidad judía, la expresión corporal de la consagración hacia Dios. Es el símbolo a través del cual el judío se compromete con su vida a vivir según los ideales del pueblo judío.

Todo padre judío tiene la obligación a someter a su hijo recién nacido a los ocho días de vida a la ceremonia de la circuncisión. Quien crece sin circuncisión y tampoco lo hace después está excluido de la comunidad.


----------------------------------------------------

Para conocer mas:
Sefarad. Los judíos en España


Formación y expansión de las comunidades judías en España.

Los orígenes de la presencia de los judíos en la Península Ibérica son francamente inciertos. Las propias élites hebreas se ocuparon de diseñar varias mitologías genealógicas que alejaran a este pueblo de la crucifixión de Jesús.

Menorah en la sinagoga mayor de BarcelonaEn la Alta Edad Media, la población judía de Hispania se decía descendiente de aquellos que habían arribado a la Península Ibérica antes de la destrucción del segundo templo en el año 70 de Nuestra Era. Quienes sostenían esta tesis afirmaban que los primeros judíos llegaron con la destrucción del templo por el rey babilonio Nabucodonosor, en el 583 antes de Nuestra Era. No faltaron quienes llegaron a afirmar que descendían de estirpes judías que llegaron a la Península en tiempos del rey Salomón junto a quienes por entonces eran sus aliados, los fenicios.


Los judíos y el reino Hispano-visigodo

Cuando los visigodos se establecieron definitivamente en Hispania, las principales comunidades hebreas se localizaban en Tarragona, Tortosa, Sagunto, Elche, Córdoba y Mérida. La comunidad judía de Toledo iría cobrando importancia y aumentando su tamaño una vez que esta ciudad se convirtió en capital del reino visigodo a mediados del siglo VI.

No obstante, lo más lógico es pensar que la mayoría de los judíos que llegaron a la Hispania romana procedieran de la Diáspora desde Palestina cuando Jerusalén fue destruida por los ejércitos romanos de Tito y los hebreos masivamente exiliados a finales del siglo I d.C..

Durante varios siglos mantuvieron su identidad étnica y religiosa (resultando un cuerpo extraño).

Durante el Reino Hispanovisigodo, la legislación y la posición "oficial" es restrictiva frente a los judíos de manera progresivamente creciente. Los últimos reyes visigodos (especialmente desde Égica) fueron muy contrarios a los judíos, en contra de la aceptación normal que se produce en el ámbito cotidiano. Para Catherine Cordero Navarro, de la Universidad Complutense de Madrid:

"Se debería más bien pensar en una "convivencia normal, habitual" entre judíos y cristianos en la Hispania visigoda, puesto que además, ambas comunidades son hispanorromanos".

Durante los siglos del Reino Hispanovisigodo de Toledo los judíos se asentarían en el ámbito urbano, especialmente en ciudades comerciales. Sin mebrago, en esta época todavía no existía un claro nivel superior económico frente a otros grupos sociales y religiosos como ocurrirá en siglos posteriores. Para algunos estudiosos tendrían todo tipo de oficios: mercaderes, traficantes de esclavos, médicos, propietarios agrarios, asalariados, administradores de latifundios cristianos, jornaleros (agrarios, marineros...).

Posiblemente, la inmensa mayoría de los judíos fuera más bien pobres como los cristianos.

Sin embargo para otros autores, habría grandes comerciantes de esclavos y de mercancías.


La comunidad judía y Al-Andalus

No se puede descartar que años de política antijudía continua empujaran a las comunidades hebreas a apoyar directamente a los invasores musulmanes procedentes del norte de África en el año 711. Historiadores occidentales y musulmanes han puesto de relieve esta colaboración que consideran suficientemente probada.

Se ha tendido a asegurar, en este consenso, que fueron precisamente los mayores núcleos de población de confesión hebraica los que se mostraron como colaboradores más activos. El esfuerzo transgresor no fue en vano: las comunidades gozaron de la protección de las primeras autoridades musulmanas; gracias a ello, vieron crecer el número de miembros y la posición social y económica de los mismos mientras que, aquellos que habían sido convertidos forzosamente al cristianismo, pudieron volver al judaísmo.

Sin embargo, la libertad plena no existía en tanto que siempre serían considerados súbditos de segunda mientras no se convirtieran al Islam. A partir del establecimiento del emirato omeya, algunos judíos pasarían a colaborar estrechamente con las autoridades andalusíes. La estrella de los judíos comenzó a apagarse cuando se vieron directamente implicados en las guerras civiles de los reinos de taifas que sangrarían Al-Andalus a partir del año 1031.

Con la penetración a finales del siglo XI de la dinastía africana de los almorávides en Al-Andalus, la relación con los judios de Sefarad se hizo muy poco tolerante y comprensiva.

Muchos judíos, e, incluso, algunos eruditos musulmanes tuvieron que abandonar Al-Ándalus y emigraron hacia Toledo, (ciudad reconquistada en 1085 por los cristianos). Varios judíos cultos contribuirán luego a la creación de la Escuela de Traductores de Toledo.

Casi 40.000 de estos emigrados se unirían a las filas de Alfonso VI de Castilla en su lucha contra los almorávides (los cuales también contaban con judíos entre sus tropas).

Con la segunda oleada berebere musulmana (almohades) las condiciones de las minorías mozarabes y judías se hizo aún peor.

Muchos judíos se verán obligados a abandonar el territorio de al-Andalus en dirección a los reinos cristianos del norte peninsular, en los cuales eran muy bien acogidos o a otros territorios del ámbito musulmán.

Célebre es el caso del famoso intelectual Maimónides, gran pensador hebreo del siglo XII nacido en Córdoba, autor de la famosa Guía de perplejos, obra de carácter filosófico en la que intentaba armonizar la fe y la razón. Tuvo que exiliarse de su tierra natal y murió en el año 1204, por supuesto muy lejos del territorio de al-Andalus.

Otro caso menos conocido de un judío relevante que tuvo que abandonar al-Andalus es del poeta Mosé ibn Ezra. Tuvo que marcharse de Granada, a finales del siglo XI, para refugiarse en Castilla.


La comunidad judía y los reinos cristianos del norte.

Los primeros siglos


La presencia de comunidades judías en los reinos cristianos del norte peninsular que iniciarían la reconquista de los territorios musulmanes de Al-Andalus, es prácticamente obviada en las fuentes que se conservan entre los siglos VIII y IX. Tan sólo en la Marca Hispánica se poseen más testimonios, quizá porque al tratarse de un territorio que era parte del Imperio Carolingio, la cohesión social y política de redundaba en un aumento de los testimonios escritos, los cuales hablan de la importancia de la comunidad judía asentada en Montjuic.

Por lo que se sabe a través de otros pocos testimonios escritos semejantes y lo que se deduce de los mismos, las comunidades hebreas se hallaban perfectamente asentadas en los diferentes reinos cristianos y su marco legal estaba definido de modo concreto, en el caso de Barcelona, por ejemplo, por lo que marcaban los privilegios establecidos por los condes de Bacelona y los Usatges.

El Conde de Barcelona acogía a los judíos bajo su protección pero esto suponía -como ocurría con el resto de reyes de la Edad Media- que quedaban por completo a merced -más que en otros casos- del soberano y del derecho consuetudinario local.


Los Siglos XI y XII

Al conquistarse Toledo, una gran comunidad de judía toledana pasa a a estar bajo el poder castellanoleonés.

Alfonso VI, aprueba en 1090, la denominada Carta inter Christianos et Judaeos, importante paso adelante para fortalecer las buenas relaciones entre las comunidades cristiana y judía. Se establecía que en adelante se daría el mismo trato legal a los miembros de ambas comunidades.

En esta época, la actitud de los reyes cristianos hispánicos fue, en general, favorable a la comunidad hebraica, a la que ofrecieron amparo y protección, a cambio de utilizar a algunos para desempeñar importantes funciones en la corte, sobre todo en las finanzas.

Por consiguiente, entre los siglos XII y XIII los judíos de Sefarad son aceptados y bien recibidos puesto apoyan la repoblación de los territorios conquistados a los musulmanes. Salvo problemas aislados y de carácter muy local, con la expansión política y militar del cristianismo, la convivencia con otras confesiones religiosas se hizo más fácil en estos territorios. Algunos cronistas de la época, como Ramón Llull, dan testimonio de esta situación.


La convivencia entre judíos y cristianos durante los siglos XI y XII

El clima reinante en la España cristiana de los siglos XI al XIII fue, por lo que se refiere a las relaciones entre las comunidades cristiana y judía, pacífico, salvando, obviamente, algunas excepciones.


Gozaron de una amplia autonomía. Los hebreos tenían tribunales propios, así como sinagogas, escuelas, carnicerías y cementerios. Se integraban en comunidades o aljamas, término en cierto modo equivalente a los concejos de las tierras cristianas. Las aljamas eran dirigidas por un consejo de ancianos, los llamados muqademin, los cuales dictaban las taqanot u ordenanzas por las que se regiría la comunidad al tiempo que designaban a diversos oficiales, entre ellos los rabinos, los jueces y los recaudadores de impuestos propios para atender las sinagogas, las escuelas y las cofradías asistenciales.

Los judíos tenían plena libertad para construir sus sinagogas y enseñar a los jóvenes la doctrina religiosa propia del hebraísmo. Ninguna disposición legal obligaba a los judíos a vivir en una determinada zona urbana pero ellos tendían a vivir en proximidad. Los barrios en que habitaban los judíos eran conocidos como qahal

También existieron restricciones: los hebreos estaban obligados al pago de un impuesto directo a la hacienda regia, la llamada "cabeza de pecho". No podían casarse con miembros de la comunidad cristiana ni comer con ellos ni, por supuesto, realizar proselitismo de sus creencias. Si un judío mantenía relaciones sexuales con una cristiana podía ser condenado a muerte.


La vida de los judíos en los reinos cristianos en esta etapa

La mayoría trabajaba en oficios artesanales o se dedicaba al comercio: Zapateros, alfayates, tejedores, tundidores, jubeteros, plateros, especieros, comerciantes de pescado seco o salado, etc.
También se dedicaron a la agricultura y ganadería.
Pero poco a poco se fueron apartando de ella por leyes que les prohibían poseer heredades. De ahí que se orientaran preferentemente hacia la artesanía y el comercio. Pronto destacó una minoría orientada al préstamo de dinero hasta terminar por monopolizar esa función, lo que explica que a la larga se les considerara como unos usureros.


La judería en Sefarad

Generalmente era un barrio único, aunque en grandes poblaciones pudieron ocupar zonas diversas de la ciudad. Solía haber una o varias calles principales de las que partían las características vías estrechas y en recodo tan típicas de la ciudad hispana. Pudieron tener cerca propia, articulada sobre la muralla del conjunto urbano. Algunas juderías, además de las puertas que comunicaban con los barrios cristianos inmediatos, también tenían otra puerta que permitía salir de la ciudad ("Puerta de los judíos")


La vivienda

Las noticias documentales como los hallazgos arqueológicos confirman una plena identidad de la arquitectura doméstica de los judíos con la del resto de la población.

. Constaban de los mismos elementos que las cristianas: patio-corte, bodega, cámara, cocina, etc.

, Lógicamente, al hablar de la vivienda debemos tener en cuenta la condición social del propietario: los más acomodados podrían llegar a tener verdaderos palacios señoriales.


Los edificios comunitarios: Sinagoga

Baño ritual, conocido como miqvé, relacionado con determinadas ceremonias de purificación de la mujer y de la limpieza y purificación de los utensilios de cristal de la Pascua. Era imprescindible contar con agua corriente.

Alcaicería (mercado cerrado con tiendas).

Hornos
Escuela religiosa.


La Escuela de Traductores de Toledo

Los judios fueron invitados por los monarcas de los siglos XII y XIII en actividades culturales como la traducción de obras científicas, filosóficas o literarias.

Aunque se asocia la Escuela de Traductores de Toledo a Alfonso X el Sabio (1221-1284) la creación fue un siglo antes por obra del arzobispo de Toledo, de 1126 a 1150, Raimundo de Sauvetât, un monje cisterciense de origen francés.

Su germen se encuentra en sabios musulmanes y judíos emigrados en los siglos XI y XII a los reinos cristianos por la intolerancia almorávide y almohade. Su interés fue la traducción de obras griegas, árabes y judías de ciencia y humanidades:

Medicina
Matemáticas
Astrología
Astronomía
Filosofía
Se tradujeron obras de Ptolomeo, Galeno, Hipócrates Euclides.

Provocando un auténtico impacto cultural.

Adquirió notoriedad en toda Europa, y atrajo a numerosos sabios extranjeros.


El impulso de Alfonso X el Sabio

Además de la labor en Toledo, Alfonso X funda en Sevilla unos Studii o Escuelas generales de latín y de arábigo que nacen ya con una vinculación claramente cortesana.

Particularmente notable fue la intervención de los hebreos en la corte de Alfonso X el Sabio. Los judíos eran casi la mitad de todos los colaboradores de la obra científica impulsada por Alfonso X, interviniendo en tres cuartas partes del total de las obras realizadas en aquel contexto.
Por ejemplo, sobreslieron Yehudá ben Mosé y a Ishaq ben Sayyid, autores de las famosas Tablas astronómicas alfonsíes.


ALfonso también fundó en 1269 la Escuela de Murcia, dirigida por el matemático Al-Ricotí.

No se puede hablar de una Escuela de traductores propiamente dicha, ni exclusiva en Toledo. La tarea de todas estas escuelas fue mantenida desde 1250 a la muerte del rey en 1284, aunque la actividad de traducción no se ciñera exclusivamente a ese plazo de tiempo.
Alfonso X el Sabio, como ha señalado el historiador hebreo Y. Baer:

"Dispensó a los sabios judíos una hospitalidad tal que no es posible hallar nada igual entre los gobernantes de su tiempo"


Algunas cuestiones sobre la vida cotidiana de los judíos de Sefarad

Infancia
Circuncisión. Uno de los preceptos más estrictos (y diferencial con los cristianos) que se realizaba al octavo día del nacimiento.

Las niñas aprendían sus obligaciones rituales y deberes en las casas y eran las madres las que se encargaban de ello.

Hasta los diez años los niños prendían a leer y escribir con el fin de poder leer la Torá y comenzar después el estudio del Talmud. A los 13 años se alcanzaba la mayoría de edad y se podía pasar a la escuela rabínica.

Matrimonio
Los matrimonios eran ceremonias complejas y festivas. Una cuestión importante era que si una mujer quedaba viuda sin haber tenido hijos, el hermano del marido estaba obligado a casarse con ella con el fin de tener un hijo que perpetuase su memoria.

Alimentación
En la alimentacion sólo se admitían los alimentos "puros": buey, vaca, carnero, oveja, cabra, y algunos animales no domésticos como el ciervo, el corzo, etc. También aves como gallina/pollo, pavo, ganso y algunas clases de patos domésticos y palomas domésticas. Entre los animales acuáticos se admitían los pescados con aletas y escamas pero no mariscos ni otros productos del mar.
En cualquier caso no se podía comer la sangre de dichos animales y existía en la comunidad un encargado especializado el el sacrificio de los animales, conocido como matarife.


Un gran error estratégico de los reyes cristianos a largo plazo

Los principales valedores de judíos y mudéjares fueron los reyes. A la larga, uno de los principales errores que cometieron fue contar con judíos como recaudadores de impuestos. Parte del creciente desafección se debió a que recaudación de impuestos la realizaran los judíos.

En los reinados de Fernando III y después en el de Alfonso X de Castilla actuó como almojarife mayor Selomó ibn Sadoc y su hijo Ishaq ibn Sadoc. En el mismo reinado sobresalieron el almojarife don Meir ibn Sosán, junto con sus hijos don Ishaq y don Yosef, así como su yerno don Abraham ibn Sosán. Durante el reinado de Sancho IV destacó don Abraham el Barchilón que controlaba las finanzas del reino. En el reino de Aragón, Jaime I nombró a don Yehudá de la Caballería baile y recaudador de todos los impuestos y tenía bajo su control al resto de arrendadores del reino. Le sucedió Mosé Alconstantini.


El siglo XIV: degradación de la tolerancia

Desde la perspectiva de las autoridades cristianas se tenía la esperanza de que mudéjares y judíos se terminaran convirtiendo. Al no llevarse a cabo esta conversión en masa el rechazo popular hacia la comunidad judía fue creciendo más que a la mudéjar.


Por motivo religiosos (deícidas

Por motivos políticos: ocupaban puestos relevantes en la corte como grandes financiadores

Por motivos económicos y sociales
Recaudadores de impuestos
Estaban ligados a la usura
Los mudéjares no se encontraban en estas circunstancias


Aumento del rechazo popular en la primera mitad del siglo XIV

Los primero grandes conflictos se produjeron en 1312 (Zamora) y 1328 (Navarra) pero va a aumentar por culpa de las calamidades de la gran crisis de mediados del siglo XIV:

Guerra de los Cien Años que alcanzó en sus ramificaciones a la mayor parte de Europa.

La terrible Peste Negra de 1348 en que murió el 40% de la población.

La Guerra de los dos Pedros entre la Corona de Castilla y la Corona de Aragón.

Guerra fratricida en Castilla entre el Pedro I y Enrique de Trastámara (1366-1369)

Estos luctuosos acontecimientos provocaron una gran depresión en la sociedad que en parte fue canalizada por intereses políticos.

Pedro I fue defensor de los judíos entre los que estaba Samuel ha Leví. Es un hecho conocido que permitió la construcción de una sinagoga en Toledo.



Una inscripción en la Sinagoga del Tránsito dice así:

"El gran monarca, nuestro señor y nuestro dueño el rey don Pedro; ¡sea Dios en su ayuda y acreciente su fuerza y su gloria y guárdela cual un pastor de su rebaño!". No olvidándose de auto-homenajearse para la posteridad: "El rey de Castilla ha engrandecido y exaltado a Samuel Levi; y ha elevado su trono por encima de todos los príncipes que están con él … Sin contar con él, nadie levanta mano ni pié"

También, el rabino de Carrión Sem Tob le dedicó sus conocidos "Proverbios morales".

Igualmente, Pedro I alcanzó fama de maurófilo como prueba la construcción de su magnífico Alcázar de Sevilla y además, estableció relaciones cordiales con el Reino Nazarí de Granada.

Cuando estalló la guerra civil y fratricida entre Pedro y su hermanastro Enrique de Trastámara, los partidarios de éste aprovecharon la circunstancia para fomentar el antijudaísmo de las clases populares y ganárselos para su causa.

Enrique II

Tras la muerte de Pedro y la victoria de Enrique, éste quiso detener la ola de hostilidad hacia la comunidad judía. Sin embargo como dijo en una ocasión un historiador:

"Pero una vez que se habían abierto las compuertas que protegían a los judíos de par en par era imposible cerrarlas de nuevo"


La crisis antijudía de 1391


La gran crisis comenzó verdaderamente en 1391 con el ataque y matanzas en la judería de Sevilla. Lamentablemente, se propagaron a otras ciudades andaluzas y de lo que es actualmente Castilla La Mancha: Carmona, Écija, Córdoba, Jaén, Ciudad Real, Cuenca, etc.


Los conversos

Los acontecimientos violentos de 1391 forzaron la conversión (muy frecuentemente insincera) de los judíos al cristianismo que pasaron a llamarse "judíos conversos". Éstos seguían ocupando sus viviendas y oficios pero además podían ascender en la escala social.


Expulsión de los judíos

Al final del siglo XV, los Reyes Católicos dieron a los judíos la posibilidad de elegir entre:

Bautizarse
Emigrar.

Algunos historiadores estiman que la población judía suponía el 5% de la población de sus reinos (200.000 personas). También se ha estimado qué fue de ese conjunto:


50.000 se bautizaron y se quedaron en España

70.000 volvieron a los pocos meses alegando haber sido bautizados en el extranjero

80.000 emigraron definitivamente

Las expulsiones y movimientos antijudíos se habían dado ya en casi toda Europa. Lo llamativo del caso español está en lo tardío respecto a otros países y en la importancia social de la que gozaban los judíos en nuestro país.

Todo este relato fue acrecentado y exagerado por la Leyenda Negra que sufrió el Imperio Español a partir del siglo XVI desde diferentes ámbitos geográficos, políticos y religiosos europeos.

Como dijo el eminente historiador Claudio Sánchez Albornoz:

"Los españoles no fueron más crueles con los hebreos que los otros pueblos de Europa, pero contra ninguno otro de ellos han sido tan sañudos los historiadores hebreos"


----------------------------------------------------------------------

CONCLUSIÓN:


El judaísmo se ha visto seriamente afectado por la matanza de los judíos europeos a manos de los nazis, y por la fundación del moderno Estado de Israel. Hoy en día, y para la mayoría de los judíos, Israel y el Holocausto están fuertemente unidos, y representan un símbolo de la muerte colectiva y del renacer, en un sentido profundamente religioso. Israel tiene una dimensión religiosa que encarna la dignidad de los judíos y la promesa de la realización mesiánica. Durante las ultimas décadas, todos los distintos movimientos del judaísmo, exceptuando a los fanáticos ultraortodoxos, se han orientado más hacia esa idea de Israel. Tanto el movimiento reformista como el conservador han hecho esfuerzos para conseguir ser reconocidos legalmente, y para conseguir el mismo nivel de importancia que tiene la ortodoxia en el Estado de Israel, donde el matrimonio, el divorcio y la conversión están controladas por rabinos ortodoxos, quienes dentro del gobierno reciben el respaldo de los partidos religiosos ortodoxos.


Luego de haber profundizado en el ciclo de vida de los miembros de las religiones judías y católicas, podemos decir que se observan ciertas diferencias, pero a pesar de ello, cada una toma los momentos más importantes de la vida y hacen de ellos una oportunidad para reafirmarse en su fe.

Cada una de estas religiones posee sus cultos y prácticas para esos momentos, pero no sólo se deben respetar los de la propia religión, sino que también se deben tomar con la misma responsabilidad y solemnidad las de la otra. Eso es lo que hace que no se pueda valorar por ninguna de las partes a esos momentos tan esenciales en la vida de un creyente.



Estos dos primeros capítulos dedicados al Cristianismo y al Judaismo me han servido para llegar a la conclusión de que son inútiles las peleas, discusiones y discriminaciones que realizan los creyentes de una religión hacia la otra, ya que ambas poseen como característica común la creencia y adoración de un mismo Dios, creador del Universo y de la raza humana en la Tierra... pero esos "Dioses", como acabamos de ver en este capítulo, eran de armas tomar. 




   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

NATIONAL GEOGRAPHIC: Artículos de Historia Antigua y Medieval.

EDAD ANTIGUA - EDAD MEDIA. Historia de España. Pinchar en el enlace: Reportajs y fotografías de Historia de España en National Geographic Hi...