No se sabe si los templarios fueron realmente herejes, aunque hay una hipótesis que formula que si lo fueron. Se trata de la arquitectura que ellos pusieron en práctica en sus iglesias, el estilo gótico.
Rosetón de la catedral de Notre Dam. |
Su historia se desarrolla entre los siglos XII y principios del XIV.
Desde su fundación en Jerusalén en 1118 hasta la detención de su último maestre, un viernes y trece de 1307, financiaron numerosas iglesias, catedrales y castillos en toda Europa y a lo largo de todo el camino de peregrinaje, levantadas, las primeras, en lugares especialmente escogidos por sus propiedades telúricas que les llevaba desde la Europa cristiana hasta su destino en Tierra Santa. Los especialistas que levantaban estas iglesias por orden de los templarios se hicieron llamar compañeros constructores. Se reunían en logias, igual que los masones, con reglamentos internos y rituales de recepción e iniciación de aprendices, en donde se transmitía de forma oral, el conocimiento secreto sobre el arte y ciencia de la construcción, que comprendía aspectos materiales, intelectuales y místicos.
Catedral gótica de Ulm (Alemania). Es la mas alta del mundo con sus 162 metros. |
En resumen, los templarios no intervinieron nunca directamente en su construcción, sino más bien, fueron los que las financiaron.
En sus iglesias (cuyo más característico ejemplo es la catedral de Notre Dam, en Francia), se pueden apreciar efigies demoníacas (gárgolas) adornando estas construcciones, lo que hace suponer a algunos historiadores que tal vez las acusaciones de adoración al demonio fueran ciertas, aunque hasta la fecha no se ha demostrado tal cosa.
Catedral de Notre Dam en París. |
Sin duda los templarios siguen siendo, como en su época, protagonistas de varias leyendas. Las logias francmasónicas se consideraban descendientes de ellos y de su saber arcano, y muchos místicos, como el conde de Saint Germain, aseguran que los templarios eran seguidores de la reencarnación y que poseían grandes poderes místicos. Los nazis crearon a la policía secreta a la manera de los templarios, e incluso se decía que los templarios habían llevado a Alemania el Santo Grial, razón por la cual los nazis habían formado sociedades secretas, y de hecho los alemanes consideraban en ese tiempo que el Santo Grial no era una copa, sino la sangre pura de la raza aria.
Muchos misterios rodean a estos enigmáticos caballeros, pero sobretodo su heroísmo será recordado en las palabras de sus estandartes:
Non nobis, Domine, sed Nomini tuo da gloriam (¡Nunca a nosotros, Señor, nunca a nosotros, sino que a ti sea toda la gloria!)